7.4.08

Reflexiones sobre los calientapollas*

El calientapollas es un denostado, un perseguido, un vilipendiado; muy al contrario y desde mi punto de vista es un animador sociocultural, un atento en su justa medida, un subidor de autoestimas de un segundo, un pretendiente efímero, un romántico del instante, el último platónico.
Una cuestión muy distinta es la víctima. Hay que ser rápido, efectivo, contundente; no puede uno ser obsesivo, ni tampoco constante, ni reticente (salvo lo justo). Ante la posibilidad de no llegar al final conformarse con el rodeo, deleitarse en el roce y tomar de las insinuaciones el orgásmico fin.
El problema de la fama del calientapollas es el grito insistente de las víctimas desamadas, las que quedaron justo a la mitad, las que no paladearon la miel que les quedó en los labios, las que vieron los medios y entendieron un fin y ante la margarita prefirieron ser cerdos.
De todas las formas posibles, cuántos fuimos víctimas, cuántos calientapollas y cuántos fuimos ambos a la vez y mientras éramos próximos en la intención otros se nos aproximaban. Bonito amor profano que profana.
Los calientapollas del mundo están desaprovechados, dispuestos a animar un corazón en tres latidos justos, apoyados sobre la mesa dispuestos al guiño, sentados en sus sillones con las manos tiernas de tocar levemente. Su susurro es incomparable, son profesionales del ahora mismo, pretendientes de la línea entre el sí y el no, patrocinadores de la paja, amadores desde lejos, son tiernos y complejos, son como la sopa para uno instantáneos, monodosis, son abismos con puente levadizo, son ligeros, son ángeles fieramente humanos.

*Entiéndanse aquí calientacoños de igual forma.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto se anima...

Anónimo dijo...

¿Calientacoños lo acepta el DRAE?

Sólo digo una cosa dijo...

Mariaeloy, tiene usted un jigo sin igual. (Interprétese en todos los sentidos posibles). Llevaba sin pagar la comunidad desde el mes de septiembre, y ya pensábamos en abogados. Qué paciencia hemos tenido, señorita.

Por cierto, pase cuando quiera por el primerodé a recoger su camisa pablo gargallo. Puede traer el perolo chino de arroz prometido. La guitarhero se la puede quedar si quiere.

Besos!!!

SDUC

Anónimo dijo...

Querida Mariaeloy, ¿qué dirá la plataforma de vícyimas de los calientapollas de esto?

Anónimo dijo...

Querida Mariaeloy, ¿qué dirá la plataforma de víctimas de los calientapollas de esto?

Sr. Curri dijo...

¿Qué dirán de Arturo Fernández sus conquistas? ¿que es un seductor?

Anónimo dijo...

Buenas noches,

Voy a ver si me busco fondos para patrocinar la paja que voy a hacerme.

Gracias por tu post coital (cuñaaaooooo)

Anónimo dijo...

La palabra de calienta.. (tanto femenina como masculina) es horrible, no por lo que significa sino por como suena. Puede destrozar toda una prosa o lo que encarte.
Ahí queda

Ál dijo...

Me ha encantado, tal cual.

Miguel Gómez Losada dijo...

peores son los.las que calientan el corazón.

felicidades por tu blog, un saludo con sonrisilla

Anónimo dijo...

Bonito cierre,
ese tributo al gran Blas me quebró de dos a dos...
Grazie